Buen día nos de Dios. Es sorprendente comprobar lo poco que apreciamos o prestamos atención a lo que hacen los demás. Sólo importa lo nuestro, lo de nuestro entorno, y menospreciamos lo que no nos interesa o se sale de nuestra órbita. Cuantas veces no habremos dicho eso de, ¿Pero, ese que hace? ¿Qué es lo que se habrá creído? Todo eso sucede porque ni somos respetuosos, ni nos interesan los demás. Debemos pensar que no estamos solos en el mundo, que aquí todos tenemos cabida, que nuestro trabajo, nuestra opinión cuenta y que nuestra voz tiene que ser escuchada, sin relinchos ni rebuznos, porque, no lo olvidemos nunca, TODOS somos importante para construir un mundo más humano y mejor. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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