Buen día nos de Dios. Ante la tranquilidad inmensa que rodea mi alma acrecentada por la quietud y sosiego que da el vivir en Villaluenga del Rosario, hoy quiero transmitiros una reflexión que lleve a la alegría. Hoy es un buen día para hacer feliz a los demás y también el hacernos felices nosotros mismos. Hoy podemos darnos esa caminata, leer ese libro, llamar a esa persona que tenemos olvidada, rezar ante la soledad del Sagrario, conversar con amigos, pasar el día con quién te apetezca o de la forma que quieras, en definitiva hoy es inmejorable día para ser FELIZ. ¡Qué nadie te quite la oportunidad de poderlo ser! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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