Buen día nos de Dios. Parece ser que el frío ya ha llegado a esta parte del mundo, vuelven los abrigos y bufandas, vuelve las ganas de estar cobijados entre las paredes de tu hogar y en estos días no debemos olvidarnos de quienes no tienen nada, ¡Ellos si que pasan y notan el frío por todos lados! Porque lo peor no es tener frío en cuerpo sino en el alma. No hay peor pobreza que la de no tener nada en el corazón. Y esta pobreza la podemos tener todos si nos olvidamos que los demás existen, si solo miramos nuestros ombligos, si nos olvidamos que estamos junto a otros seres humanos y que nos necesitamos unos de otros. Esa es la más ruin de las pobrezas y la más absoluta frialdad: La de carecer de sentimientos que ennoblezcan el alma. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario