Buen día nos dé Dios.
En una sociedad tan entregada al materialismo parece que todo es gratis, todo se consigue porque cae del cielo, todo se compra sin esfuerzo alguno. Esto lo creen, y así lo exigen, muchos de nuestros jóvenes que han sido educados por sus padres con la idea de que sus vástagos no pasen las penurias que ellos pudieron pasar.
He visto en una tienda de móviles como el hijo le reclamaba a la madre la comprar del teléfono más novedoso y más caro y esta aceptaba a pesar de que su marido se había quedado en paro. Los padres no supieron imponer la cordura y el hijo no supo no exigir lo que ya no se le podía dar. El retrato se terminó cuando una persona le preguntó si el joven, que ya superaba la mayoría de edad, trabajaba y este le contestó que no, que tampoco estudiaba, que se dedicaba a escuchar música y hacer sus cosas ya que la culpa de todo la tiene el gobierno, no se sabe cual, que permite que los jóvenes no encuentren trabajo. Dudo que aunque hubiera mil ofertas este tipo de personas se pusieran manos a los manojos pues viven en un mundo donde exigen recibir sin dar absolutamente nada, por su cara bonita, y así nos va...
Y todo no es gratis en la vida, todo cuesta trabajo el conseguirlo, todo tiene su momento y su por qué...
Hemos perdido una gran oportunidad de explicarle a futura generaciones lo que cuesta ese trozo de pan, que no ha caído del cielo, esa cerveza, esa ropa, ese móvil, el equipo de música o la televisión que tienes frente a ti. Cuando todo parece que se consigue gratis y sin hacer ningún esfuerzo pierde valor y eso hace que cuando sale algo mejor o más novedoso simplemente lo queramos cambiar porque sí.
Ya palabras y sobre todo lo que significan han perdido valor que no validez: Trabajo, esfuerzo, dedicación, sacrificio, constancia, parece ser que han pasado a la historia aunque en verdad es la que mantiene el motor de este mundo que entre todos hemos montado.
A lo mejor si todos supiéramos los esfuerzos que hay que hacer para conseguir algo sabríamos en verdad el valor de cada cosa, el valor económico y sobre todo el valor del trabajo que ha supuesto conseguirlo.
A lo mejor si en vez de vivir en modo "aprovecharse" de todo lo que hay lo hiciéramos en valores y en las virtudes que son propias del humanismo cristiano este mundo tan materialista y deshumanizado sería bien distinto en todos los sentidos y sobre todo sería más habitable..
Feliz miércoles.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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