lunes, 5 de agosto de 2019

5 de agosto. He pedido a Dios...

La imagen puede contener: cielo, montaña, exterior y naturaleza

Buen día nos dé Dios.
Lunes 5 de agosto que es el mes vacacional por excelencia en esta parte del mundo en el que estamos. Lunes donde muchos habrán partido hacia destinos donde descansar, aprender, vivir nuevas culturas, costumbres, tradiciones...
Lunes donde todo vuelve a empezar para los que en el mes de julio hayan descansado y lo harán apesadumbrados no solo porque el periodo vacacional expiró sino porque el calor subyuga la normalidad de cada día...
Lunes que para los que estén trabajando, estén estudiando, estén esperando su oportunidad, estén de vacaciones o como estén es una nueva oportunidad para hacer mucho aunque tengamos ganas de poco.
Lunes agosteño por antonomasia de un verano con demasiados cambios de temperatura que son un azote para nuestros cuerpos...
Lunes que sucede al domingo que es el Día del Señor como también lo debe ser hoy, mañana, siempre porque para un creyente, un católico, un enamorado del Señor, todos los días en la vida tiene que dejarse iluminar por el Amor de los Amores que hace nos convirtamos personas más asequibles para los demás porque para el que vive la Fe desde la coherencia personal sabe que su corazón es ventana abierta a nuestro prójimo.
Y ese corazón que debe siempre estar entregado a las cosas de Dios acoge esta preciosa oración que una vez leí y que tengo muy presente cada día de mis días porque es la realidad:
"Yo he pedido a Dios fuerzas para triunfar; 
Él me ha dado flaqueza para aprender a obedecer con humildad.

Había pedido salud para realizar grandes empresas; 
me ha dado enfermedad para que haga cosas mejores.

Deseé la riqueza para llegar a ser dichoso; 
me ha dado la pobreza para alcanzar la sabiduría.

Quise porder para ser apreciado por los hombres; 
me concedió debilidad para que llegara a tener deseos de Él.

Pedí una compañera para no vivir solo; 
me dio un corazón para que pudiera amar a todos los hermanos.

Anhelaba cosas que pudieran alegrar mi vida; 
me dio la vida para que pudiera gozar de todas las cosas.

No tengo nada de lo que le he pedido; pero he recibido todo lo que había esperado; 
porque, sin darme cuenta, mis plegarias no formuladas han sido escuchadas".

Amén...
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias

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